
El lifting facial de plano profundo es una técnica avanzada que rejuvenece las capas profundas del rostro, ofreciendo resultados naturales y duraderos. En México, especialistas como el Dr. Richer emplean esta técnica para restaurar la firmeza y armonía facial con una recuperación controlada.
El lifting facial de plano profundo es una técnica avanzada de rejuvenecimiento facial que actúa en las capas más profundas de los tejidos del rostro. A diferencia de los métodos convencionales, trabaja debajo de la capa muscular conocida como SMAS (sistema músculo-aponeurótico superficial), lo que permite obtener resultados más naturales, duraderos y armónicos.
En manos expertas, como las del Dr. Jesús Richer Peña, este procedimiento se realiza con precisión y sentido artístico, respetando la estructura facial y restaurando la juventud sin alterar la identidad del paciente. Monterrey se ha consolidado como un destino destacado para este tipo de cirugía, gracias a sus instalaciones médicas de vanguardia, cirujanos certificados y atención personalizada para pacientes nacionales e internacionales.
Este procedimiento aborda el envejecimiento facial desde su origen. En lugar de tensar únicamente la piel, el cirujano reposiciona las capas musculares y los tejidos grasos que han descendido con el tiempo. Esto permite una restauración más integral del contorno facial, especialmente en mejillas, mandíbula y cuello.
De acuerdo con estudios publicados en Thieme Medical Publishers, el lifting de plano profundo logra una mejor integración entre piel y músculo, lo que contribuye a un aspecto más estable y natural a largo plazo.
Mientras que el lifting tradicional actúa de forma superficial, el de plano profundo trabaja directamente sobre el SMAS y las estructuras internas del rostro. Esto reduce la tensión sobre la piel, mejora la movilidad y evita el aspecto rígido o artificial. Los resultados, además de ser más duraderos, ofrecen un rejuvenecimiento auténtico y equilibrado.
El lifting facial de plano profundo está indicado para personas con signos de envejecimiento moderado o avanzado: flacidez en mejillas, líneas nasogenianas pronunciadas y pérdida de definición en el cuello o mandíbula. Generalmente, los candidatos ideales tienen entre 45 y 70 años, gozan de buena salud y buscan un resultado natural sin la apariencia “tirante”.
El Dr. Richer realiza una evaluación integral que considera factores como la estructura ósea, la calidad de la piel y las proporciones faciales, asegurando que el resultado final preserve la identidad del paciente y mantenga la armonía del rostro.
Antes de la cirugía, el paciente recibe una evaluación facial completa para determinar la estrategia más adecuada. Las incisiones se colocan en zonas discretas, alrededor de la oreja y el cuero cabelludo, para minimizar la visibilidad de las cicatrices. Durante la intervención, se liberan los tejidos profundos y se reposicionan en una estructura más firme y natural.
Este procedimiento requiere un profundo conocimiento anatómico y una ejecución meticulosa, cualidades que distinguen al Dr. Richer. Su enfoque combina precisión quirúrgica con una visión artística, logrando resultados que rejuvenecen sin transformar.
En muchos casos, puede combinarse con procedimientos complementarios como la blefaroplastia o el lifting de cuello, para obtener una mejora global y armónica del rostro.
La recuperación de un lifting facial profundo suele ser progresiva. La mayoría de los pacientes retoma actividades ligeras después de dos semanas, aunque el resultado final se aprecia entre los tres y seis meses. Durante este tiempo, los tejidos se adaptan y la piel recupera su elasticidad.
Los cuidados postoperatorios —como dormir con la cabeza elevada, mantener una dieta balanceada y seguir las indicaciones médicas— son esenciales para una recuperación segura. El uso de protector solar y una buena rutina de cuidado facial ayudan a mantener los resultados por más de una década.
Asimismo, la técnica de plano profundo tiene una alta tasa de satisfacción, con resultados que conservan la expresión natural del rostro y mejoran su estructura a largo plazo.
Monterrey, considerada una de las ciudades más seguras y modernas de México, se ha convertido en un referente para el turismo médico internacional. Sus hospitales de alta especialidad, tecnología de vanguardia y médicos certificados la posicionan como un punto estratégico para quienes buscan calidad y confianza.
Los pacientes internacionales destacan la atención personalizada, el acompañamiento médico constante y la posibilidad de combinar su recuperación con un entorno cultural vibrante. Además, el costo de un lifting de plano profundo en México puede representar un ahorro de hasta 60 % respecto a Estados Unidos o Canadá, sin comprometer la excelencia médica.
El lifting tradicional actúa sobre la piel y el tejido superficial, mientras que el lifting de plano profundo trabaja directamente sobre las capas musculares y la grasa facial. Esto permite un rejuvenecimiento más integral y natural, sin la tensión visible que suele producirse con técnicas más superficiales.
Los resultados pueden mantenerse entre 10 y 15 años, dependiendo de factores como la edad, el tipo de piel y los hábitos de cuidado del paciente. Al reposicionar los tejidos profundos, los efectos son más duraderos que los de un lifting convencional.
La mayoría de los pacientes retoma actividades ligeras después de dos semanas, aunque la recuperación completa puede tomar entre cuatro y seis semanas. Los resultados finales suelen apreciarse entre los tres y seis meses, cuando los tejidos se han asentado por completo.
Como toda cirugía, el lifting de plano profundo puede implicar riesgos como hematomas o inflamación temporal. Sin embargo, cuando se realiza con un cirujano certificado y experimentado como el Dr. Richer, las complicaciones son poco frecuentes. El seguimiento posoperatorio cercano y los cuidados adecuados garantizan una recuperación segura.
Sí. Muchos pacientes combinan el lifting facial con procedimientos complementarios como la blefaroplastia o el lifting de cuello para lograr un rejuvenecimiento global. Estas combinaciones permiten mejorar la armonía facial y mantener una apariencia natural y equilibrada.
Monterrey ofrece atención médica de primer nivel, hospitales certificados y una experiencia integral para pacientes internacionales. La combinación de tecnología avanzada, seguridad y costos competitivos la convierte en uno de los destinos más confiables para cirugías estéticas en México.
El Dr. Richer es uno de los pocos cirujanos en América con formación especializada en lifting facial de plano profundo. Con un Fellowship en Cirugía Estética Facial y Corporal en la reconocida Clínica Planas de Barcelona, y una trayectoria avalada por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, combina maestría técnica con sensibilidad artística.
Su filosofía se centra en la armonía facial completa, la atención ética y la seguridad del paciente. Cada intervención es personalizada, buscando siempre restaurar la juventud sin alterar la esencia del rostro. Su honestidad, precisión y enfoque holístico han hecho de su práctica una referencia para quienes buscan resultados naturales, seguros y duraderos.